Cambio religioso global: el cristianismo y el budismo, entre los más afectados

Cada vez más personas alrededor del mundo deciden alejarse de la religión con la que crecieron. Así lo indica una reciente investigación del Pew Research Center, basada en encuestas a casi 80.000 adultos en 36 países, que muestra un fenómeno creciente de “cambio de religión”, especialmente en regiones como Asia Oriental, Europa Occidental, Norteamérica y Sudamérica.

El estudio define este cambio no solo como una conversión a otra fe, sino también como el paso de una identidad religiosa a una desvinculación total. En países como Corea del Sur, Países Bajos, Estados Unidos y Brasil, entre el 21 % y el 50 % de los adultos ya no se identifican con la religión en la que fueron criados. En contraste, en naciones como India, Nigeria, Tailandia e Israel, más del 95 % de los adultos conservan su afiliación religiosa de origen.

Los grupos más afectados por esta desvinculación son el cristianismo y el budismo. En Alemania, por ejemplo, por cada nuevo cristiano hay casi 20 personas que abandonan esa religión. En Japón y Corea del Sur, el budismo también ha registrado pérdidas significativas. Por otro lado, el grupo que más crece es el de los no afiliados: personas que se declaran ateas, agnósticas o simplemente sin religión.

No todos los cambios implican un abandono de la religión. Corea del Sur destaca por ser el país donde más personas afirman no haber sido criadas en ninguna fe, pero adoptaron una en la adultez, en su mayoría el cristianismo.

El estudio también indagó en las variaciones por edad, sexo y educación. En Latinoamérica, Europa y Norteamérica, los menores de 35 años tienen más probabilidades de haber cambiado de religión que los mayores de 50. Aunque las diferencias por género son mínimas, las personas con mayor educación presentan una tendencia ligeramente superior al cambio.

A pesar de estos movimientos, la mayoría de quienes hoy se identifican como cristianos o judíos fueron criados en esas religiones. En contraste, el islam, el hinduismo y el judaísmo registran altas tasas de retención en países como India, Bangladesh, Israel y Estados Unidos.

El informe, financiado por The Pew Charitable Trusts y la John Templeton Foundation, forma parte del proyecto Futuros religiosos globales, que analiza cómo evoluciona la afiliación religiosa y qué impacto tiene en las sociedades.